Hoy, el diario de la #concentracion dirigido por Juan José Garrido Koechlin nos regaló esta portada, una pieza invalorable para aprender a manipular los sentidos comunes utilizando dos herramientas claves: una encuesta mal hecha y una portada sesgada.

Perú 21 y la encuesta de Pulso Perú indican que la mayoría de la población limeña (73%) considera que la Municipalidad de Lima "no ha hecho nada para mejorar el transporte público". Además, la mayoría (67%) "piensa que el servicio sigue igual". Como foto, una impactante imagen del tráfico a la altura de Acho. Como titular, un contundente "no ven reforma".

Esta encuesta y esta portada tienen lugar luego de una serie de espantosos accidentes donde la informalidad del sistema de transporte limeño mató a varias personas; y se refiere a la reforma emblemática emprendida por la gestión de Susana Villarán: la prometida "reforma del transporte".

Pues bien: ¿cuál es el problema?

El problema central es que la reforma del transporte, hasta el momento, es un proceso legal de reordenamiento de las rutas, y por ello aún nadie "la ve", porque precisamente no es algo visible ni palpable - aún, hasta que empiecen a funcionar los corredores que recién se han licitado en enero.

Es perfectamente comprensible que el 73% de la población no esté informada de ello, debido en parte a la pésima política de comunicación emprendida por la municipalidad.

Pero es absolutamente imposible que los directivos y periodistas de Perú 21 no lo sepan, pues han recibido innumerables notas de prensa y han asistido a decenas de conferencias de prensa y entrevistas al respecto. La lógica, los pasos, procedimientos, objetivos y plazos de la reforma son públicos.

Así, Perú 21 tiene la información, pero prefiere realizar una portada confusa, a partir de una encuesta confusa, con preguntas equívocas de respuesta auto-evidente, y con obvias intencionalidades políticas: desacreditar la principal reforma emprendida por la actual gestión. ¿Ha cambiado el transporte público en los últimos tres años? NO. NO HA CAMBIADO. Aún. Se ha logrado conglomerar a cientos de empresas informales en unas pocas decenas de consorcios que han competido en la licitación de las rutas que recién fueron adjudicadas en enero, luego de todo un procedimiento legal y administrativo. Ahora esas empresas están negociando los contratos con la Municipalidad, los que las obligan a respetar una serie de requisitos: buses grandes y modernos, trabajadores en planilla, etc. Nadie ha prometido que "la reforma" ya está lista, se ha dicho en todos los idiomas que la reforma se va a empezar a ver recién en julio de este año, cuando los procedimientos estén completos.

El ciudadano promedio no tiene la información necesaria, en parte, por la mala política comunicacional de la Municipalidad; pero en buena parte, también, por este tipo de estrategias mediáticas que precisamente logran confundirlo todo, entregar información fragmentaria y evitar que el público comprenda lo que está en discusión.

Si Garrido Koechlin no la ve, es porque no la quiere ver. Y tampoco quiere que los demás la vean.